Vivimos en un planeta que está sufriendo constantemente rupturas en el equilibrio de los ecosistemas, extinción de especies, cambios extremos en las condiciones climáticas, deshielo en los polos, grandes pérdidas de recursos naturales que creíamos inagotables, contaminación de los mantos acuíferos, incendios forestales; en resumen, una realidad que nos llama de manera urgente a tomar acciones contundentes si queremos tener un planeta apto en el que las generaciones futuras puedan desarrollarse: un planeta sustentable.
Para el futuro inmediato en México se proyecta que los efectos del cambio climático se intensifiquen, encontrándonos como sociedad en un punto de no retorno que nos exige actuar hoy determinadamente; en contraste a esta situación, ha venido desarrollándose una consciencia creciente en nuestra población para revertir las consecuencias, modificaciones al marco normativo, el impulso de certificaciones de construcción internacionales, recomendaciones de organizaciones para uso eficiente de la energía y uso de energías limpias.
Nuestra generación tiene el reto de afrontar las consecuencias del cambio climático, siendo la primera generación proactiva para enfrentarlo con acciones específicas. Por esta razón, es urgente la innovación en materia de sustentabilidad desde la implementación de nuevas tecnologías, materiales, certificaciones hasta el marco normativo aplicado. La industria de la construcción, por su parte, es una de las más involucradas con este mejoramiento enfrentando el reto de analizar de fondo la integración de todo ello, para lograr un nuevo concepto de vivienda popular sustentable.
La respuesta está en cómo las prácticas de diseño y construcción se logren implementar en proyectos de vivienda atractivos para el nuevo mercado mexicano ofreciendo una propuesta de bajo costo integrando soluciones sustentables viables y soportadas por una estrategia comercial efectiva.
Hoy por hoy, hablar de sustentabilidad es ir más allá de una tendencia, de un estilo o de un momento en la historia contemporánea, se trata de materializar las soluciones a la necesidad que tenemos como sociedad y como individuos de recuperar el equilibrio con el medio ambiente, volviéndonos partícipes de manera activa para garantizar el desarrollo y evolución hacia las generaciones venideras.
Modelo de implementación incluyente.
Todos como parte de un sistema, necesitamos generar un modelo incluyente para establecer los criterios de diseño, construcción y comercialización de la nueva vivienda sustentable, que sea viable y accesible desde el punto de vista económico y práctico, maximizando nuestros esfuerzos al crear este esquema integral. Dicho modelo posee dos modalidades de implementación:
Modelo aplicable a nuevos desarrollos de vivienda: tiene como características tener mayor alcance en la población por ser implementado en volumen, su tecnología es aplicada por profesionales, la mano de obra especializada es validada para la ejecución de nuevas tecnologías, el incremento de la plusvalía de la vivienda y certificación por entes internacionales o nacionales para obtener incentivos por parte del Estado mexicano, además de poseer costos minimizados generando tendencias comerciales con impacto regional.
Modelo de actualización de la vivienda convencional: se caracteriza por permitir la implementación de ciertas tecnologías (basado en las soluciones sustentables para el modelo híbrido seleccionado) necesarias para alcanzar un grado de sustentabilidad, mejorando así la calidad de vida de los ocupantes de la vivienda y contribuir con el equilibrio medioambiental; su implementación es por unidad de vivienda, la mano de obra y la tecnología puede ser o no profesional y los costos son variables de acuerdo a la unidad de vivienda.
El establecer la vivienda sustentable como la nueva vivienda popular en el mercado inmobiliario actual, surge al considerar varios aspectos generales:
A escala mundial se hace mención al compromiso establecido en París en el marco de la COP21 para mitigar los efectos nocivos del cambio climático antes del año 2020 evitando así que el incremento de la temperatura del planeta rebase los 1.5 grados.
En el marco nacional y basado en el compromiso firmado en la COP21, México plantea como parte de la Ley de Transición Energética, la migración del consumo de energía tradicional al consumo de energía proveniente de fuentes limpias (solar, geotérmica, eólica, entre otras) teniendo como meta alcanzar para el 2024 que el 35% de la electricidad provenga de dichas fuentes.
De cara al aspecto social en México, la marcada tendencia de consumo en los nuevos ocupantes en edades comprendidas entre los 25 y los 34 años o los llamados Millenials que tienen una alta demanda energética pero que buscan viviendas accesibles económicamente, con alta calidad en diseño tanto en interiores como en exteriores y Eco-Friendly, es decir, con bajos niveles de contaminación y que incorpore tecnologías como el aprovechamiento de la radiación solar, la captación y reutilización del agua pluvial, la ventilación natural, así como la implementación de materiales certificados, reciclados y reutilizables.
Actualmente migrar a las nuevas tecnologías sustentables muestra una mayor aceptación si se hace en viviendas de nueva construcción pertenecientes a desarrollos residenciales diseñados bajo esta tendencia desde su concepción, ya que si bien a las viviendas convencionales podemos adicionarle recursos como paneles solares para el aprovechamiento de la energía solar, sistemas de eficiencia energética, sistemas ahorradores de agua y otras tecnologías, se muestra una menor apertura para la incorporación posventa por los costos variados y conciencia de uso de parte de la población, siendo el proceso de implementación progresivo, no escalable y apto para lograr sólo un cierto grado de sustentabilidad en la viviendas.
Hoy, la propuesta de vivienda sustentable por parte de desarrolladores y/o constructores de vivienda para los sectores sociales de estratos bajo, medio-bajo y medio, podría considerarse discreta sin embargo viable luego de valorar las iniciativas por parte del Estado mexicano para desencadenar masivamente un modelo de vivienda sustentable para estos sectores, lo que lo que hace factible la implementación del modelo de implementación incluyente.